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Estudio sobre Pobreza Energética en España

Asociación de Ciencias Ambientales (ACA)


La pobreza energética es una problemática poco conocida en España.

Se sabe que una parte de la población española es incapaz de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o se ve obligada a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda. Sin embargo, tanto por su carácter eminentemente doméstico y espacialmente difuso como por su estrecha interrelación con otras formas de pobreza y exclusión social, la pobreza energética es un fenómeno prácticamente invisible para administraciones públicas, organizaciones no gubernamentales, empresas y resto de actores relevantes.

La pobreza energética no afecta por igual a todas las Comunidades Autónomas

Según el indicador de gasto en energía e ingreso anual de hogar basado en la EPF, las regiones con tasas más elevadas de pobreza energética son las Comunidades Autónomas del interior y norte peninsular (más frías) como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Navarra o Aragón. Por su parte, el indicador subjetivo de incapacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada basado en la ECV, indica que las regiones más afectadas son, por este orden, Canarias, Murcia, Galicia, Andalucía, Extremadura e Islas Baleares. Es decir, en su mayoría Comunidades Autónomas de climas templados.

Esta aparente discrepancia puede deberse en primer lugar a diferencias climáticas regionales, que modifican la percepción de lo que debe ser “una temperatura adecuada”. Sin embargo, se piensa que también puede ser indicativa de la existencia de dos tipos de pobreza energética: i) una más convencional, que sufren los hogares de pocos ingresos de las zonas más frías de España (centro y norte peninsular) y que se manifiesta con el indicador de gastos e ingresos (EPF); y ii) otra específica, que padecen hogares que habitan en viviendas mal aisladas y sin sistema de calefacción adecuado, típicas de las regiones templadas del país. Estos hogares son incapaces de asegurar su confort térmico en las semanas frías el año, si bien el peso de los gastos en energía sobre su presupuesto anual es reducido.

La crisis ha incrementado significativamente las tasas de pobreza energética y afecta de forma diferencial a la población desempleada

En la actualidad, España es el Estado Miembro de la Unión Europea con la tasa de desempleo más elevada. Se ha comprobado en prácticamente todos los indicadores analizados que los hogares en paro tienen una mayor probabilidad de sufrir la pobreza energética. Además, la crisis no sólo está aumentando el número de hogares en pobreza energética y de personas desempleadas. También está incrementando con rapidez la proporción de hogares en paro que están en pobreza energética

La pobreza energética podría estar generando ya más muertes que los accidentes de tráfico en carretera

La tasa de mortalidad adicional de invierno relativa de España (20,5%) no ha descendido desde la década de los 90 del siglo pasado y es una de las más altas de los países occidentales. Se estima que la pobreza energética es responsable en España de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras, una cifra más elevada que la de víctimas mortales de accidentes de tráfico en carretera (1.480 personas en 2011).

Por Comunidades Autónomas, las más afectadas son las regiones templadas del sur y levante peninsular (Extremadura, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana) seguidas de algunas regiones de la cornisa cantábrica (Galicia, Cantabria, Asturias) más Cataluña.

España carece de políticas específicas para la eliminación de la pobreza energética

España carece de una estrategia definida de lucha contra la pobreza energética como en el Reino Unido, aunque algunas políticas, medidas y elementos del marco normativo como el bono social sirven como paliativo temporal para algunos hogares. A pesar de la amplia variedad de instrumentos orientados a mejorar la eficiencia energética del parque de viviendas de España, ninguno de ellos se refiere a la pobreza energética entre sus objetivos o criterios. Se sospecha además que los hogares con menos recursos no se están beneficiando de las ayudas contempladas en dichos instrumentos.

Especial atención merece la cuestión no resuelta del déficit de la tarifa eléctrica, que puede convertirse en una causa principal del incremento de las tasas de pobreza energética si se resuelve con un aumento de la tarifa como el solicitado por los productores de electricidad.

La rehabilitación de viviendas es solución a la pobreza energética y palanca para la generación de empleo

De acuerdo con los casos reales recopilados a través de una encuesta realizada a empresas y organismos del sector, la rehabilitación energética de viviendas genera en España cerca de 17 puestos de trabajo directos a tiempo completo por año y millón de euros de 2010 invertido (o 47 empleos anuales por cada 1000 m2 rehabilitados).

La creación de empleo se une a otros impactos positivos como son la reducción de la dependencia energética y de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes con efectos negativos sobre la salud y los ecosistemas (NOx, SOx, partículas en suspensión, etc.). De esta manera, la pobreza energética suma un argumento clave a los objetivos tradicionales – ambientales y económicos – de la mejora de la eficiencia energética de los edificios residenciales.

Estudio accesible en Web
"http://www.cienciasambientales.org.es/index.php/repex-rehabilitacion-energetica/117-presentacionrepex.html"